viernes, 14 de junio de 2013

Escuela

¿A quién se le ocurrió la maravillosa idea? A los griegos. A unos griegos que pensaban que no era posible conocer nada. Que además si algo podía conocerse no podría comunicarse. O sea, la idea de cobrar por enseñar se le ocurrió a personas que no creían que algo se pudiera enseñar. Y tenían razón. El trabajo del profesor es mostrar, guiar, y sobretodo, según creo yo: cuestionar. Pero enseñar es un término muy complejo; porque la mejor forma de saber algo es descubrirlo por uno mismo. Ahí está el mundo para ser descubierto y aprendido. Lancémonos a conquistar al mundo conociéndolo mejor. Un maestro motiva esa conquista. Creo que a eso deberíamos aspirar.

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